miércoles, 13 de febrero de 2013

Enfoque Centrado en la Persona


El autor de este enfoque es el psicólogo Estadounidense Carl Rogers. La base de toda su teoría está en un concepto fundamental que él denomino la tendencia actualizante:
Todo organismo tiene la tendencia innata a desarrollar todas sus potencialidades para conservarlo o mejorarlo. Abarca no sólo la tendencia a satisfacer lo que Maslow denomina “necesidades deficitarias” de aire, alimentación, agua, etc., sino también a realizar actividades más generalizadas, como el desarrollo tendiente a la diferenciación creciente de los órganos y funciones, la expansión en función del crecimiento, la expansión de la eficacia mediante el uso de herramientas, la expansión y el mejoramiento a través de la reproducción. Es el desarrollo en el sentido de autonomía y en sentido opuesto al de la heteronomía (o control ejercido por fuerzas externas) (Rogers, 2007).

Existen  también una serie de  actitudes concretas para establecer una verdadera relación personal (Gondra,1978):
1.    La congruencia o autenticidad del terapeuta permite un diálogo sincero y constructivo directo entre el terapeuta y el cliente. El terapeuta y cliente son constructores de esta relación y atmósfera terapeútica.
2.    La aceptación y consideración incondicionalmente positiva de la persona en búsqueda de ayuda. Se acepta sin condición alguna la manera en que ella está dispuesta a revelarse y demostrarse en la relación frente al terapeuta.
3.    La empatía centrada en la persona sufriente. Es la capacidad del terapeuta de entrar en el mundo del cliente y de comprender con exactitud sus vivencias como si el terapeuta fuese el otro. Esta comprensión empática facilita la concientización, favorece el acompañamiento terapéutico y promueve el desarrollo personal. Favoreciendo la capacidad natural e inherente en cada persona de poder desarrollarse de manera constructiva (tendencia natural de cada persona a su auto-actualización, es decir a desarrollarse y madurar).

Bibliografía:
Rogers, C. (2007). Terapia, personalidad y relaciones interpersonales.Buenos Aires: Nueva Visión.
Gondra, J. (1978). La Psicoterapia de Carls Rogers. España:Descleé

CARL RANSOM ROGERS: VIDA Y OBRA


Los padres de Rogers, Walter y Julia, eran de ascendencia inglesa llegadas a los Estados Unidos de América hacia ya más de un siglo, a través de la Nueva Inglaterra, las que posteriormente migraron hacia el oeste, coincidiendo en Wauwatosa, Wisconsin, donde ambos nacieron en el año de 1868. Tuvieron una educación avanzada para la época, en la Universidad de Wisconsin, donde Walter se graduó como ingeniero civil y Julia cursó dos años de educación superior. Se casaron en 1891.

Carl Ransom Rogers nació el 8 de enero de 1902, en Oak Park, pueblecito de Illinois actualmente convertido en suburbio de la ciudad de Chicago, y allí pasó sus doce primeros años, en un ambiente de clase media acomodada del centro-oeste de los Estados Unidos. La familia Rogers vivía profundos principios cristianos evangélicos, siendo práctica diaria la lectura de la Biblia y la oración familiar; asistía a la iglesia congregacional y en el hogar se respiraba un ambiente de religiosidad rigurosa y algo fundamentalista. La relación entre padres e hijos se caracterizaba por una firme ética protestante del trabajo y una disciplina estricta aunada a una ternura y calidez parental.

Carl fue el cuarto de seis hijos; tímido ydesarrolló tempranamente un gusto por la lectura que lo acompañó toda su vida, y por los estudios, en los que sobresalió con facilidad; una afición por los viajes, impulsada por su padre; y una actitud de tenacidad y compromiso con los intereses que se planteaba. A los 12 años de edad, su padre compró una granja, en la que Rogers pasó su adolescencia; esta circunstancia contribuyó a que las relaciones cercanas del joven Carl fueran sus dos hermanos más jóvenes, aislándolo de sus compañeros de escuela. Fue allí donde adquirió una salud y fortaleza física que no poseía en su niñez y donde se interesó por la biología y por la agricultura, esto último posiblemente influido por su padre.

En septiembre de 1919, Carl ingresó a la Universidad de Wisconsin con intenciones de seguir su vocación por la agricultura, participo, de una Conferencia de la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos, que tuvo lugar en Beijing en 1922. Durante este viaje tuvo ocasión de participar en diálogos y reuniones con académicos y líderes religiosos que le abrieron sus horizontes religiosos, culturales y sociales, así como de fortalecer su autoestima y su confianza en sus propias capacidades.Dedicó sus trabajos a figuras religiosas.
Durante los dos primeros años de universidad había reanudado amistad con una vecina y compañera de escuela primaria en Oak Park, Ellen Elliott, quien inició sus estudios de arte en Wisconsin antes de trasladarse a Chicago para continuarlos. Se escribieron frecuentemente y decidieron casarse, el 28 de agosto de 1924, en contra de la opinión de sus familias, antes de irse a Nueva York, donde Rogers se matriculó en el Seminario Teológico Unión, el más liberal en el país en ese tiempo.
Su vida profesional comenzó en 1928, en el Departamento de Estudios del Niño de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad con los Niños de Rochester, Nueva York, el que evolucionó hasta convertirse en 1939 en el Centro de Orientación Infantil, y del cual Rogers es nombrado su primer director, tras una fuerte lucha por hacer reconocer el trabajo del psicólogo frente al del psiquiatra. Resultado del trabajo de esta época es su libro sobre el tratamiento clínico del niño problemático (Rogers, 1939). En enero de 1940, logró, con gran satisfacción de su parte, ser contratado como profesor titular por la Universidad Estatal de Ohio.
Fue tal la reacción provocada por la conferencia que decidió plantear sus ideas por escrito (Rogers, 1942); en esa obra expuso lo que el orientador o terapeuta debe hacer, en comparación con los estilos directivos de ayuda personal prevalecientes en ese momento , utilizó el término cliente para referirse al hasta entonces llamado paciente y las expresiones no-directiva y centrada en el cliente para referirse a su sistema de terapia.En congruencia con su interés por los asuntos de la sociedad de la que formaba parte, hacia finales de la Segunda Guerra Mundial, en 1944-1945. En 1945, lo siguió un grupo de sus alumnos. En Chicago tuvo lugar una increíble obra de elaboración teórica y profesional, con el establecimiento del Centro de Orientación, cuyo primer local fue tan cercano a la panadería de la Universidad que los colaboradores de Rogers podían oler el pan cuando lo estaban horneando. Desarrolló un ambicioso programa de investigaciones en el campo de la psicoterapia (Rogers y Dymond, 1954); elaboró escritos teóricos en los que recogió sus ideas sobre la terapia (Rogers, 1951); planteó la mayor importancia de la relación interpersonal y las actitudes promotoras del desarrollo humano sobre las técnicas empleadas (Rogers, 1957); y esbozó por primera vez su visión de la persona, su funcionamiento y sus relaciones (Rogers, 1959), estableciendo los principios que luego se desarrollaron en el enfoque centrado en la persona.
En 1964, Rogers dejó el mundo de las instituciones de educación superior, para participar en los trabajos de una nueva organización, el Instituto Occidental de Ciencias de la Conducta, allí vivió sus últimos 20 años, desarrollando el enfoque centrado en la persona a partir de los principios y de la teoría de la terapia centrada en el cliente. En los últimos diez años de su vida, desarrolló una incesante tarea de difusión y aplicación de sus ideas, viajó a Brasil, México, la Unión Soviética y Sudáfrica. En la misma línea conviene mencionar sus esfuerzos en pro de la comprensión entre grupos religiosos en Irlanda del Norte y por la solución del conflicto político centroamericano.

Recibió innumerables distinciones, entre los que destacan los Premios de la Asociación Psicológica Americana, a la Contribución Científica Distinguida , en 1956, y a la Contribución Profesional Distinguida, en 1972, otorgados en ambas ocasiones por primera vez en la historia de dicha asociación, así como doctorados honoris causa de muy diversas universidades, en reconocimiento a la repercusión e importancia de su obra, que ha sido ampliamente traducida, entre otros idiomas, al alemán, el español, el francés, el holandés, el japonés y el portugués.

La obra científica y profesional de Rogers sobrepasa las 1,000 referencias, tan sólo en lengua inglesa.
Bibliografia:

Segrera, A.Universidad Iberoamericana. México: Distrito Federal.